Sin ser fanáticos de las teorías de conspiración, se puede aseverar que la CIA ha variado su rostro, sus estrategias y sus formas de penetración a lo largo de toda su existencia, siempre adaptándose a las diferentes condiciones geográficas, políticas, culturales, étnicas, etc.
Philip Agee y Jaime Galarza y, ahora último wikileaks y una investigación especial de TeleSur, nos han hablado hasta la saciedad de cómo esta agencia imperial de inteligencia ha operado a nivel político en el Ecuador.
En los años 60 y 70, infiltrándose en partidos de izquierda y sindicatos, generando divisiones internas que concluían en escisiones como aquella que dividió al Partido Comunista Ecuatoriana (PCE), a partir de lo que nace el Partido Marxista Leninista Ecuatoriano (PCMLE), que luego se convirtió en brazo ideológico del extinto Movimiento Popular Democrático (MPD), el cual ha estado fuertemente insertado en organizaciones sindicales y gremiales, como la UNE, FUT, CONAIE y otros, que por largos años se mantuvieron funcionales a los regímenes de derecha. Aunque parezca mentira o cosa de películas estos han sido los alcances de la CIA en el Ecuador.
Y en la actualidad, operando con una cobertura en apariencia legal, desde la embajada dirigiendo y financiando las actividades de inteligencia de la policía y las fuerzas armadas, de acuerdo al Informe de la Comisión de la Verdad que se constituyó a partir de los ataques de Angostura del 1 de marzo del 2008. O a través, de informantes y operadores políticos que van desde periodistas de los grandes medios de comunicación y diversos tipos de organizaciones sociales de diversa índole, de las cuales se conoce que son financiadas por USAID o la NED, que son instituciones norteamericanas vinculadas con la CIA.
John Perkins, el sicario económico arrepentido, también relata en primera persona cómo era su modus operandi en los diferentes países en donde opero a lo largo de los años 70 y cómo lograba tener acceso a los más altos rangos de los gobiernos de los países de la periferia del sistema mundo, y con estudios económicos totalmente distorsionados prácticamente obligar a los gobiernos a acceder a inmensos créditos de organismos multilaterales (como el FMI y el Banco Mundial), para la construcción de megaproyectos de “desarrollo”, con la condición de que sean contratadas multinacionales norteamericanas, completando el ciclo de retorno del capital financiero a la metrópoli imperial, mientras los pueblos de estos países en vías de desarrollo se sumergían en deudas impagables, que luego eran restructuradas aplicando medidas de austeridad y ajuste estructural recetadas por estos mismos organismos multilaterales. Una vez más, aunque parezca de mentira o cosa de película estos han sido los alcances de la CIA en los países en vías de desarrollo.
Esta forma de operar, se repite a todo nivel, y es realmente escalofriante pensar que un evento de nivel mundial como el Foro Social Mundial (conocido como Foro de Sao Paulo), que surge como una acción contrahegemónica en respuesta al Foro Económico Mundial (conocido como Foro de Davos), y cuyo slogan es “Otro Mundo es Posible” y en el que muchos luchadores sociales de base han creído, también se encuentra penetrado e infiltrado por los tentáculos de la CIA.
De acuerdo al artículo del Prof. Michel Chussodovsky, publicado el 10 de agosto en la página web Global Research y titulado “Rockefeller, Ford Foundations Behind World Social Forum (WSF). The Corporate Funding of Social Activism” donde de forma bastante documentada demuestran que organizaciones como las Fundaciones Rockefeller y Ford (que tienen lazos con la inteligencia norteamericana) financian la organización de este evento a través del Consejo Internacional del Foro Social Mundial (FSM).
Entre sus muchos donantes el FSM es apoyado por un consorcio de fundaciones corporativas, bajo el paraguas comunicacional: Donantes Comprometidos con la Equidad Global (EDGE por sus siglas en inglés), lo que resulta contraproducente es que “Otro Mundo NO es Posible cuando la campaña contra el neoliberalismo es financiada por una alianza de donantes corporativos comprometidos firmemente con la agenda neoliberal y militar de los Estados Unidos y de la OTAN.”
Entonces, cómo se puede confiar en todas estas organizaciones sociales de base que se llaman luchadoras por los derechos humanos, por el medio ambiente, por los pueblos indígenas, etc., cuando ellas mismas están ampliamente financiadas, que al final del día significa CONTROLADAS, por estas fundaciones corporativas vinculadas a la CIA, se desprende de esto la pérdida de credibilidad de las organizaciones y sus representantes; y que todas las luchas desde los 60 hasta nuestros días probablemente no han respondido más que a los intereses imperiales.
El panorama es sombrío, si los que nos representan a nivel mundial están vendidos, los caminos son muy pocos y a la vez son caminos muy estrechos, para quienes luchan por Otro Mundo Posible. Por lo que se debe trabajar desde el dominio de lo individual luchando por elevar las conciencias, si es necesario persona por persona; desde el dominio de lo particular luchando por lograr un sistema educativo subversivo que incite a nuestros jóvenes a criticar este sistema en el que nos obligan a vivir; y en el dominio general luchando por desenmascarar las diferentes estrategias de penetración en las organizaciones sociales de base.
Lcdo. Miguel Córdova Soria
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